Debido a que el consumo de café orgánico es cada vez es más popular te comentamos algunos de los beneficios de esta buena practica de consumo.
Conviene saber que el hábito de consumir café orgánico es sinónimo de cuidar tanto de nuestra salud como de nuestro planeta.
Dos aspectos que no podemos perder de vista en un mundo que ha tomado conciencia sobre la necesidad de la alimentación ecológica y el respeto medioambiental.
A día de hoy, la cultura del café está extendida a casi todos los rincones de nuestro planeta.
El café es una de las bebidas más populares y no solo queremos tomarlo. Buscamos disfrutar de él, de sus aromas, sus sabores e, incluso, el ritual que lo acompaña.
El café, en sí mismo, cuenta con su propia identidad cultural y social. Implica reunión o sosiego, intercambio de ideas pero, también, soledad bien entendida.
Si nos apasiona esta fragante bebida, es fundamental conocer los beneficios del café orgánico para descubrir hasta qué punto nos conviene consumirlo.
Labores fundamentales como el abonado o el control de plagas se realizan de forma natural y con técnicas tradicionales respetuosas con el fruto y la tierra en la que crece.
Auténticos aliados para retrasar el envejecimiento celular. Algo que no solo se traduce en nuestra piel sino, también, en la capacidad de nuestro organismo de luchar contra ciertas enfermedades incluido el cáncer.
Al recolectar de forma manual, se eligen los granos que están lo suficientemente maduros, esto garantiza un porcentaje mayor en vitaminas y minerales que el cultivado de forma extensiva.
El café ecológico también es clave para el mantenimiento de las selvas tropicales
De la misma manera que los árboles son parte implicada, las plantas del café colaboran con ellas en una simbiosis perfecta. Y no solo eso: su presencia en estos espacios verdes evita la deforestación.
Pequeños productores de café o, incluso, comunidades indígenas ligadas a él de forma tradicional son una parte fundamental en los beneficios del café orgánico a nivel social.
Su cultivo, que se realiza en zonas remotas, promueve la riqueza y el asentamiento de población en sus zonas de origen.
En el cultivo del café ecológico o café bio, ningún animal y mucho menos las aves son enemigas. Al contrario: su presencia natural en las zonas cafeteras forma parte de la armonía del cultivo.